2024-05-07
Información sobre la infertilidad masculina

“Estoy informándome para tomar las mejores decisiones”


Karen y su esposo siempre soñaron con una familia, pero las cosas no funcionaron como esperaban. Patrick tenía alteraciones en los espermatozoides, noticia que lo derribó anímicamente. Si bien ella era la más ansiosa, la pareja deberá enfrentar la realidad y decidir si inicia un tratamiento:

“Cuando el médico me confirmó que todo estaba bien en mi organismo, sentí un gran alivio. Entonces fue momento de concentrarnos en Patrick y los estudios revelaron que tenía alteraciones en los espermatozoides. El problema estaba en el comportamiento de sus espermatozoides, que no se movían como debían. La solución al problema pasaba por la fertilización in vitro, por la cual los espermatozoides son inyectados en los óvulos y luego implantados en el cuerpo de la mujer. Es un tratamiento costoso y, además, no existe seguridad de que resulte positivo en el primer intento. La verdad es que hay  parejas que lo han intentado varias veces, con los costos correspondientes, y aún así no han tenido éxito.

Pasado el impacto inicial de la noticia de que Patrick tenía problemas para concebir un hijo y de que para lograrlo deberíamos realizar fertilización in vitro. Opté por exteriorizar lo que sentía y ante la falta de información, comencé a buscar un lugar confiable donde encontrar el apoyo que necesitaba en ese momento.

Lamentablemente, todavía existen muchas limitaciones de acceso a la información. Pero felizmente, encontré una asociación de mujeres que, como yo, tenían dificultad para quedar embarazada, ya sea por problemas propios como de sus parejas. Porque aunque sabes quién es el que tiene la dificultad, el asunto debe seguir siendo de los dos. El amor de pareja se pone a prueba en esos momentos, y muchos matrimonios no han logrado superarla exitosamente.

A través de la asociación encontré la información que buscaba sobre los tratamientos, los costos, y las formas de cubrirlos. También escuché muchas experiencias de mujeres que habían pasado lo que yo estaba viviendo en ese momento. Y así pude apoyar Patrick.

Hablar ayuda mucho. Si las parejas se abrieran con los amigos y familiares, seguramente recibirían ayuda. Todo este proceso cuesta caro en muchos sentidos, pero el problema emocional es el peor. Todavía hay muchas personas que esconden el problema de sus familiares más cercanos, pero contar es una forma de evitar que las personas continúen preguntando cuándo vamos a tener hijos. La infertilidad es como una herida, debe estar quieta y no se debe apretar o tocar innecesariamente porque incomoda, duele.

No es una enfermedad aguda, pero es crónica y se va arrastrando con el paso de los años. La vivencia de las frustraciones puede ser muy pesada. En el ochenta por ciento de los casos, las parejas logran el anhelado sueño de tener un hijo y todo el sufrimiento físico y emocional queda en el pasado.
 
Sin embargo, hay un veinte por ciento de parejas que no lo consiguen. Yo estoy informándome para tomar las mejores decisiones y estar dentro de ese ochenta por ciento.  Patrick y yo aún no decidimos si haremos el tratamiento, pero informados se decide mejor”.



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