Fuente: UPWORTHY
Cuando a alguien le toca lidiar con la cancelación de una boda es algo realmente confuso y difícil, la mayoría de las veces las personas involucradas terminan tristes, frustradas y enojadas. Pero la Familia Duane vio una oportunidad en un asunto tan desafortunado.
Cuando los Duane se enteraron que la boda de su hija fue cancelada porque el novio se echó atrás, decidieron convertir los limones en limonada.
En lugar de simplemente enojarse y honestamente, ¿quién podría culparlos? Los padres decidieron celebrar la fiesta de boda (ya que todo el banquete estaba pagado) pero lo que hicieron fue invitar a la población sin hogar de Sacramento a la recepción.
Había bastante comida para las personas de un refugio local, el Citizen Hotel (donde estaba programada la fiesta de bodas) los recibió preparados para alimentar a mas de 120 personas.
Los Duane no escatimaron ni cambiaron el menú, todos los que fueron pudieron disfrutar de una deliciosa comida caliente y llenar sus platos de salmón, cortes dinos, ricas pastas, ensaladas entre muchas más delicias.
"Siento una gran dolor y angustia" por mi hija, dijo Kari Duane, la madre de la novia. "Pero sacaremos algo realmente bueno de esto."
La fiesta era algo más que una comida para aquellos que lograron asistir. Una de los asistentes llamado Rashad Abdullah comentó: “Cuando estás pasando por un momento difícil y una lucha como no tener donde vivir, el salir y hacer algo como esto con tu familia, es realmente una bendición”.
Erika Craycraft, otra invitada sin hogar que disfrutó de la comida, pensó que la decisión de Duane de regalar comida era realmente considerada, dadas las circunstancias de todos los que asistieron al evento.
La novia prefirió quedarse en casa pero sabemos que Dios tiene preparado algo mucho mejor para ella, Dios la bendiga a ella y sus padres. Ellos son un gran ejemplo para todos nosotros de cómo una situación tan difícil se puede convertir en una gran bendición.
