Por fin, la industria farmacéutica y el sector salud a nivel mundial, pueden ver de cerca un descubrimiento como el que Jack ha dejado ver ante los ojos de los representantes de grandes compañías.
Todo comenzó cuando Jack Andraka tuvo la lamentable experiencia de perder a un ser querido producto de un cáncer de páncreas. Desde la corta edad de trece años (edad en la que tuvo que vivir la peor experiencia de su vida), decidió lo que haría en su adultez.
Pero no tuvo que esperar mucho para hacerlo realidad. Porque a la llegada de su mayoría de edad, ya estaba siendo inventado por él, una de las creaciones más importantes que ha tenido el mundo en los últimos tiempos.
La mejor noticia no solo es saber que Jack pudo lograr su objetivo. También es de gran importancia saber que producir el sensor, tiene un costo muy bajo: tan solo tres centavos de un dólar. Para él, no fue fácil lograr que alguna empresa farmacéutica ayudara o invirtiera en la producción de su invento. Ya que dicha industria se lucra enormemente con los medicamentos para el cáncer.
Luego de visitar varias marcas representantes de la gran industria farmacéutica, introdujo el invento en la facultad de medicina de la Universidad John Hopkins, convirtiéndose esta casa de estudios en el mejor apoyo para él.
Desde que perdió a su familiar, pudo constatar que el cáncer de páncreas, no suele ser detectado a tiempo, por lo que el paciente es diagnosticado cuando el tumor está avanzado. Entonces, ese fue el empuje que lo llevó a inventar el sensor. Dentro de su investigación, descubrió que la sangre humana contiene 8000 proteínas y la Mesotelina, es la que se ve alterada cuando una persona sufre de cáncer de páncreas.
Jack explica que la forma de detectar el tumor, fue utilizar dicha proteína como guía. Crear anticuerpo y unirlos a unos nanotubos (nanotecnología) hechos de carbono. Estos nanotubos, reaccionan cuando la proteína se dispara y marca el diagnóstico. El invento o sensor, se transforma en una simple lámina de papel.
Pero es de esperarse que sea el cáncer de páncreas el único que puede detectarse con este invento. De ahí nace otra nueva noticia. El sensor funciona en cáncer de pulmón y ovarios, de igual forma: en solo cinco minutos.
Este invento hace que los tumores se detecten a tiempo, y el paciente pueda encontrar tratamientos rápidos para atacar las enfermedades. Y de una forma cero dolorosa, ya que el paciente no se someterá a extremos exámenes para detectar algún tumor maligno.
Pero no todo termina allí. Porque los nanotubos de carbono son la red que ata las proteínas para marcar el diagnóstico. Otras enfermedades, hace que se disparen otras proteínas. Por lo que el sensor puede usarse para detectar Alzheimer, otros tumores cancerígenos y hasta el VIH.
En la actualidad, el invento de Andraka está siendo patentado. Junto a charlas, foros y reconocimientos, Jack está dándole la vuelta al mundo con su descubrimiento, esperando que la industria farmacéutica decida invertir en él.