"Vanidad de vanidades, todo es vanidad". Fuimos creados para adorar a Dios en todo momento. Es nuestro culto irracional, no lo hacemos para sentirnos mejor, sino porque es el todo del hombre y lo único que llenará por completo su corazón.
Por lo tanto, si rechazamos a Dios y ponemos nuestros ojos en el mundo. Buscaremos insaciablemente satisfacer nuestra necesidad de adorar, lo que pondría nuestros ojos en cualquier cosa; convirtiéndola en un dios falso, un ídolo.
La humanidad continuamente le ha dado la espalda al Dios Todopoderoso y ha construido doctrinas completamente erradas, han forjado sus dioses con sus propias manos y les han adorado. Porque han querido ser mejor que Dios cambiando sus mandamientos y todo lo que fue creado por Él. "Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo cambiarán mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?" Salmos 4:2.
¿Qué es la adoración?
La adoración es más que cantar, es darle la gloria a Dios en todo momento. La adoración auténtica es aquella que sale de lo más profundo del corazón, es aquella que reconociendo que Cristo es el Mesías se rinde en alabanza y proclama a Dios como el Rey de su vida. No debemos adorar cinco minutos en la iglesia, debemos adorar en cada segundo de nuestra vida.
El Espíritu de Dios mora en el corazón de quienes le adoran, no alimentando los deseos de la carne, más bien alimentando el alma con la presencia de Dios.
¿Cómo sabes si estás adorando de verdad?
Cuando adoramos nos deleitamos en la grandeza de Dios, exaltamos su majestuoso nombre y deseamos con fervor recibir su amor y misericordia. Más que las bendiciones que nos puede dar, deseamos a Cristo. ''Mas de ti y menos de mi'', dejar salir como una vasija rota, lo impuro y maligno que hay en nuestros corazones y pedir ser transformados por las manos del alfarero. ¡Eso es adoración!
Debemos renunciar a aquellas cosas que podrían ocupar el lugar de Dios en nuestras vidas, y orar diciendo: ''Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad,
y guíame en el camino eterno.'' Salmos 139:23-24.
''Amarás a Dios sobre todas las cosas'' es el primer y gran mandamiento. Acercarnos a Dios y ser cautivados por su soberanía, es un deleite, es recibir su amor y dejar que tu vida sea dirigida por el glorioso Gran Yo Soy. ¿Que no es digno de adoración?
La adoración no es un elemento, un método o una táctica para acercarte al Padre, es una prioridad y anhelo estar ante sus pies. El debe tener el primer lugar en nuestras vidas, nuestra piedra angular, aquella que nos mantiene firmes y sostiene todo el edificio.
La oración no está separada de la adoración."Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.'' 1 Tesalonicenses 5:16-18.
Se trata de un encuentro con Dios, de acercarnos ante el en sumisión y gozo, porque DiosEsBueno.com. Ahora te invitamos a leer los secretos de adorar a Dios.