Conclusión
Es evidente que los cienciólogos no basan sus
creencias en la Biblia cristiana, de cualquier denominación. Algunos dicen que
es una secta, pero obviamente no una secta pseudo cristiana: la cienciología es
una organización. Malamente, se denominan así mismos "iglesia", y por
eso la gente piensan que son "cristianos" (No confundirlos con la
otra organización llamada "ciencia cristiana", son totalmente
diferentes).
Cienciología es algo así como una mezcla
heterogénea de las religiones y creencias. Fueron creados originalmente como
una organización, y posteriormente como una religión para hacer dinero por el
mismo L. Ron Hubbard, y esto es todavía la forma en que operan. Simplemente así,
se introducen como una entidad que promueve la superación, pero con tácticas
demasiado engañosas y destructivas.
Ellos rechazan la verdad de Dios y cambiarlo por
su propia verdad humana. Ellos creen que tienen la vida inmortal cuando sólo
Jesús puede impartir eso (Juan 3:16). Es una mezcla de falsas religiones
orientales que pone el peso sobre los logros humanos a través del esfuerzo,
ignorando por completo el hecho de que las obras humanas no valen nada en la
consecución de la vida eterna (Efesios 2:8-9).
Tampoco consideran la Biblia
como la Palabra inspirada de Dios y no creen en lo que la Palabra enseña. Al
rechazar a Jesús como su Salvador, no persiguen el único camino posible para
alcanzar la vida eterna (Hechos 4:12). Tristemente, muchos famosos están
involucrados con la cienciología. ¿Por qué?
Quizás tienen más dinero para
lograr "niveles más altos" o, que han rechazado al Dios de la Biblia
debido a su estilo de vida, o simplemente, podrían ser engañados por el dios de
este mundo (2 Corintios 4:4, 1 Juan 3:8). La Iglesia de la cienciología puede
ser una iglesia, si así se quieren llamar. Pero no es la iglesia que Jesucristo
edificó: si no es su iglesia, entonces, sabemos quién es el padre de esta
iglesia (2 Corintios 11:13-15); y la cabeza de esta iglesia no es Dios el
Padre, sino que puede ser el padre de la mentira (Juan 8:44).