2024-05-07

 

 

Déjate amar por Dios. Recuéstate en sus brazos,

Déjate rodear por su amor. Que sean SU paz

Y SU sabiduría las que te ayuden a enderezar tus pasos

En medio de la batalla violenta; cuando sólo se oye

El grito de los enemigos. Busca un lugarcito y siéntate:

Cierra tus ojos, cubre  tus oídos, abrígate bajo su sombra y saborea el silencio;

La quietud, la tranquilidad de su mirada.

Y poco a poco, como se levanta la mañana,

Escucharas un murmullo;

Una dulce voz que tu nombre llama,

Y Que te dice:

 

― “OYE, PON ATENCIÓN A QUIEN TE HABLA.

Un día sellé tu destino, y no se me ha olvidado,

Que juntos subiríamos montañas,

Derrotaríamos ejércitos, saltaríamos murallas.

Y si hoy flaquearon tus rodillas, no es tu culpa,

Estaba escrito:

Que te pararías frente al río de la verdad,

Y  renovarías ahí tu compromiso eterno.

Sí, tu compromiso conmigo.

 

SOY EL QUE SOY, EL ETERNO. Tu llamado es confirmado hoy.

El cielo y la tierra son testigos, seguiremos caminando juntos:

¡NO ME HE OLVIDADO DE TI...! ¡VAMOS, Dame tu mano!

Que tenemos que seguir luchando, y tú tienes que llegar

A la culminación de ese llamado, que en la meta miles te esperan

Para alegrarse junto a ti  cuando con mis manos coloque en tu cabeza:

¡LA CORONA  DE LA VICTORIA ETERNA!”

 

 

  Escrito por Hermes Alberto Carvajal   

Recuérdalo, todos los días, una palabra de fortaleza para ti