Edición: Hermes Alberto Carvajal
RICOS CON EL AMOR DE DIOS EN SU CORAZON
Entonces, me di cuenta de que ni él ni su esposa tenían necesidad de que unos inexpertos les lavaran su “combi” ni tampoco de perder su tiempo en enseñarnos como se lava un carro.
También le doy gracias a la señora a la que le importaba más si éramos felices aun en la pobreza, haciendo de su jardín nuestro propio mundo, que conservar en buenas condiciones un hermoso jardín que estaba en su propiedad.
También aprendí que no es cierto que ser ''rico es igual a ser malo''. Eso solo existe en las novelas. Porque gracias a esa gente rica económicamente y ricos en caridad, pudimos llevar el sustento a nuestra casa y aprender el valor en la grandeza de su espíritu, sin importar el valor de lo material.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “De cierto os digo que difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos. Mas os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios”. (Mateo 19:23-24)
Aquí Jesús se refiere a cualquiera que confíe más en su riqueza que en Dios, o que un rico piense que con su dinero podrá entrar al cielo, sin reconocer primero que Jesucristo es el camino para llegar.
Escribe Amén si algún día Dios te la da la oportunidad de ser rico... Seguirás confiando en Dios y ayudando a los más necesitados.
FIN
HAZ CLIC AQUÍ para leer el capítulo anterior