Muy pocos en las zonas dominadas por los musulmanes son lo suficientemente valientes como para declarar públicamente la fe en el cristianismo o cualquier otra religión, porque las consecuencias para los que lo hacen, según las indicaciones de la ley islámica, son duras y a menudo mortales.
Después de un combate terrible de tortura a manos de agentes de policía musulmanes en Uganda, el Pastor Kisa Emmanuel Amos demostró que sostenerse firme a la fe de uno puede traer resultados milagrosos, como era su caso, cuando se utiliza lo que él pensó eran sus últimas bocanadas de aire se pueden hacer lo imposible.
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Después de pasar un mes de ser despiadadamente torturado por sus captores musulmanes, fue capaz de hacer un llamamiento a la potencia de Cristo para convertir a dos policías musulmanes al cristianismo, lo que más tarde llevaría a su libertad.
El pastor no es ajeno a ser castigado físicamente por difundir el Evangelio en su área, pero después de que fue golpeado y detenido en su propio púlpito durante un servicio religioso, sus torturadores musulmanes le rompieron los huesos, envenenaron su agua y lo mantuvieron en un estado cercano a la muerte; hasta que un día milagroso fue capaz de convertir a dos de los oficiales musulmanes para Cristo.
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Poco tiempo después de convertir a los dos ex torturadores, Kisa compareció ante el tribunal esperando lo peor, pero fue... CONTINÚA EN LA PÁGINA SIGUIENTE...