Madeleine e Isabela son dos bebés gemelas estadounidenses que nacieron con un tipo de cáncer llamado neuroblastoma, el cual es muy poco común y afecta a bebés.
La vida trascurría normal para las bebés desde su nacimiento, hasta que un día el pediatra de los bebés le detectó a una de las niñas una prominencia poco común en el estómago. Luego de varios estudios se confirmó la mala noticia, la bebé tenía cáncer, y por más insólito que parezca, su hermanita gemela también tenía el mismo tipo de cáncer.
Como la cirugía era muy difícil los especialistas pensaron que la opción ideal era tratar los tumores con quimioterapia. Más sin embargo, las posibilidades de supervivencia de las gemelas eran muy bajas. Y ni hablar de los efectos adversos a causa del tratamiento que iban desde retraso mental hasta incluso la muerte.
En la primera sesión de quimio las bebés fueron separadas, pero para la segunda sesión, los especialistas decidieron hacerles el tratamiento juntas, y aunque parezca mentira, su estado anímico se vio mejorado notablemente: “se reconocieron, empezaron a patear y a sonreír” contó la mamá de las gemelas.
En octubre, las gemelas fueron dadas de alta al terminar sus tratamientos, así que se fueron a su casa. Los exámenes médicos que arrojarían el resultado positivo o negativo del tratamiento llegaría en uno o dos meses.
15 días antes de Navidad recibieron la llamada que tanto anhelaban; la mamá contó: “Recibimos la llamada de que no tenían rastro de la enfermedad, nuestras niñas estaban sanas, Dios eligió salvarlas”.
Desde entonces cada día que pasa es una celebración, pues es un milagro lo que les ha acontecido a esta familia y a sus pequeñas bebés. Hoy en día las gemelas ya tienen 7 años libre de cáncer, ¡Gracias a Dios!