¿Te sientes débil? Entonces, El Poder de Dios Está en Ti

[...] La madre cuenta que estaba sosteniendo su mano, sabiendo que faltaba poco para que su niña exhalara su último aliento. Ella podía sentir cómo su pequeña mano se debilitaba e iba soltando la suya, pero de repente, la bebé le agarró el dedo.

Bella comenzó a patear y a gritar. Entonces los médicos se pusieron a trabajar e ignoraron la orden de “No Resucitar”.

Treinta minutos después, sus niveles de oxígeno estaban 100% de vuelta.

Luego de realizarle profundos estudios, los galenos descubrieron anomalías cerebrales muy graves. Inmediatamente fue puesta en terapia intensiva y se le diagnosticó deficiencia de biotinidasa, la cual es una enfermedad muy extraña que hace que el cuerpo no produzca biotina, una vitamina de gran importancia, pues interviene en el metabolismo de grasas, aminoácidos, hidratos y purinas.

No hay una buena prueba de laboratorio para detectar la deficiencia de biotina, por lo que este trastorno es generalmente identificado por sus síntomas, que incluyen: pérdida de cabello (a menudo con pérdida de color), erupciones rojas y escamosas alrededor de los ojos, boca y nariz. También incluye síntomas del sistema nervioso como depresión, cansancio, alucinaciones y hormigueo en los brazos y piernas.

Cinco meses más tarde, Bella está en casa con su familia. Su enfermedad está siendo controlada con medicación; ya ha comenzado a caminar y hablar; su cabello ha vuelto a crecer y está más hermosa. Incluso, pudo pasar la Navidad con su familia.

“Estamos muy felices de estar juntos esta Navidad y sentarnos y verlos abrir sus regalos… Ella ha completado a nuestra familia“.

Cuando nos dicen que estamos enfermos o que algún ser querido está a punto de perder la vida, lo primero que hacemos es buscar la manera de luchar y solucionarlo. No importa cuan remota sea esa posibilidad, hacemos cualquier cosa con tal de que todo vuelva a estar bien. Esto fue exactamente lo que sucedió con esta pareja. Sin embargo, a veces no hay otra opción y lo único que nos queda es esperar en Dios... esperar un milagro.