2022-10-28
Si no tienes paz, es porque la estás buscando en el lugar incorrecto…

A veces la vida parece lanzarnos rocas muy grandes. Pero no importa lo que la vida te arroje, puedes encontrar la paz de Dios.

La paz que nos da el mundo no es la que debes buscar

El mundo nos dice que solo podemos sentir paz cuando no hay conflictos, pero esto no es cierto. A través de su evangelio, Jesucristo nos da una paz interior que es mejor que la que puede dar el mundo. Si ponemos nuestra fe en Él, podemos sentirnos en paz pase lo que pase. La Biblia la llama “Paz que sobrepasa todo entendimiento”.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:7)

Jesús dijo estas palabras para dar consuelo a todos los que quieren la paz:

"La paz os la dejo a vosotros; yo os doy mi paz, no la que da el mundo. No os preocupéis por nada y no tengáis miedo" (Juan 14:27).

Por tanto, cuando la vida se pone difícil, podemos encontrar la paz si nos acercamos a Jesucristo.

Jesús nos da la paz de Dios

Cuando oramos, podemos pasar tiempo con Dios y contarle nuestros problemas. La paz de Dios, que calma todas nuestras preocupaciones, nos llega cuando pasamos tiempo con Él de esta manera. Su paz incluso nos sirve de escudo, pues pone una especie de guarda frente a nuestros corazones y mentes para evitar que nada altere nuestra paz en Él.

Cuando oramos, hablamos con Dios, y cuando lo hacemos, sentimos Su paz, la cual es inexplicable. En verdad sobrepasa todo entendimiento. Solo el creyente puede sentir esto de lo que te estoy hablando. Es maravilloso.

¿Es posible perder la paz de Dios?

Todo creyente sabe que a lo largo de su vida, encontrará desafíos. No importa qué tan bien vaya tu vida, la carga del pecado siempre te roba la paz.  Por eso es necesario mantener la comunión con nuestro Padre Celestial.

En otras palabras, cuando oramos, no nos limitamos a contarle a Dios nuestros problemas y a desahogar nuestras preocupaciones. Cuando oramos a Dios, Él nos llena de su paz y nos guía a través de su Santo Espíritu. Esta es la maravillosa promesa que se nos ha dado, y así es como podemos estar en paz cuando aparecen los problemas. Es sentir esa confianza de que Dios está ahí y no tenemos nada que temer.

Sin embargo, es difícil sentirse tranquilo cuando solo se enfoca en problemas a corto plazo. Pero si miras el panorama general, en el plan de Dios para la felicidad, encontrarás paz sabiendo que las heridas del presente no durarán para siempre.

Pero la paz que queremos es algo más que la ausencia de guerra y violencia, que es lo que podríamos pensar al principio. La paz es mucho más. La paz es, ante todo, una parte esencial de Dios, un don, un plan de Dios.

Conclusión

La paz solo se puede lograr cuando estamos verdaderamente reconciliados con Dios a través del sacrificio de Cristo en la cruz como expiación por nuestros pecados. Aquellos que buscan la paz en las actividades que ofrece el mundo se encontrarán trágicamente engañados.

Para los creyentes, sin embargo, la paz viene a través del conocimiento íntimo y la confianza total en Dios, quien "suplirá todas vuestras necesidades conforme a las riquezas de la gloria de Cristo Jesús" (Filipenses 4:19).