¿Necesitas mejorar tus relaciones con algunas personas? Lee estos consejos
Recuerdo en una ocasión que trabaje en una oficina/bodega, Donde solo tenía una compañera en la administración. Esta chica me trataba supermal y esa relación hacía mucho más larga y pesada mi jornada de trabajo. Uno de esos días escuché una predicación con relación a este texto (Mateo 7:12) y comencé a tratarla justo como a mi me gustaría que ella fuera conmigo. Empecé a tener detalles con esta persona, a valorarla y tenerla en cuenta en algunos aspectos de oficina y personales.
No pasó mucho tiempo, cuando ella cambió su actitud y pude ser muy bendecida a raíz de que esta relación no solo mejoró, sino que dio un giro total de como inició.
En otra ocasión, durante un desayuno organizado por la compañía donde trabajaba, la tensión emocional se iba calentando debido a que ahí estaba una persona que no podía verme ni en pintura. Y esta es la razón: Él era ( y aún es, obvio) el hijo del dueño. Sin embargo, era un hijo algo ingrato y malagradecido con su padre, quien era mi jefe inmediato.
Este jefe me daba trabajo de importancia y a veces concedía mis peticiones o permisos, todo relacionado con el trabajo que yo desempeñaba. Su hijo llegó a pensar que su padre tenía preferencia por mi, por el solo hecho de que su padre lo rechazaba a él. Que complicado Su hijo siempre me buscaba pleito y hablaba de mal de mi. Su padre siempre se ponía de mi lado, porque en realidad ese joven actuaba por envidia.
Estar él y yo en la misma sala de reunión era algo que causaría una explosión. En el, no en mi. Yo ya había aguantado mil burlas y podía aguantar mil más, aunque no te miento, a veces también me molestaba mucho lo que ese joven me hacía.
Pero esa mañana, decidí que yo daría el primer paso para arreglar las cosas. Antes de que las burlas, las risitas, los comentarios negativos escalaran, me puse de pie, pedí la atención de los presentes y dije estas palabras:
-
"Amigas, amigos, compañeros, yo quiero darles a conocer lo que hay en el fondo de mi corazón esta mañana; Por mucho tiempo, ya, parece que ha habido algún problema entre Jorge (el hijo del dueño) y su servidor. Y quiero aprovechar este momento para decirte Jorge, que te pido perdón si te he ofendido en algo. Si ha habido alguna mala actitud en mi que te haya causado malestar. Sinceramente, mi deseo siempre ha sido trabajar. Nunca he deseado hacerte menos, ni que nadie te haga menos. Yo se que tu tambien como yo, te esfuerzas por sacar esta empresa adelante, y pues, quiero, de nuevo, lo repito, pedirte perdón y pedirte que me permitas ser tu amigo, y que quede atrás cualquier diferencia u ofensa que haya entre nosotros…"
Cuando terminé de hablar, me di cuenta de que todos estaban sollozando. Todos sabían que tarde o temprano pudiera haber pasado algo muy negativo, no sé, una pelea pública o una venganza, o algo así, entre ese joven y yo. (Créanme que pelea o venganza, no serían iniciadas por mi).
Pero, todo lo contrario, y lo que menos esperaban en esa reunión, era mi actitud. Sinceramente, no crean ustedes que estuve planeando esto. Es algo espontáneo que nació en mí en cuanto vi al joven esa mañana en esa sala de reunión,
Mi jefe, padre de Jorge, estaba llorando. Con grandes lágrimas y usando la servilleta de mesa para limpiarse el rostro. Jorge también estaba llorando. Yo empecé a llorar también. Estoy escribiendo esto y se me salen las lágrimas. Fue una mañana hermosa.
Jorge se acercó a mí y también en sus palabras y a su manera me pidió perdón por su actitud. Me prometió que desde ese día todo cambiaría y que él se daba cuenta de que yo no era “el lobo feroz que quería acabar son su relación de hijo y padre”. Desde ese día ciertamente todo cambio y él empezó a tratarme como a un hermano. Gracias a Dios. Hace mucho que no lo veo en persona, pero siempre que lo veo me saluda como si realmente fuese su hermano mayor.
Generalmente, todas las personas buscan mejorar su relación en pareja y dejan a un lado las relaciones con los demás, no importa si es entre tú y tu amigo, cónyuge, padres o compañeros de trabajo,. Hey, tenemos que vivir en paz con todas las personas que nos sea posible, si está en nuestras manos el poder hacerlo, y si, eso también incluye a tu suegra.
Las relaciones son una parte muy importante en la vida de todos. No hemos sido creados por Dios para vivir aislados, llenos de sentimientos de rechazo, lastimados, y muchas veces dolidos por situaciones que pueden arreglarse con un cambio de actitud. Y si, toda relación puede mejorar, aunque sea un poquito, y eso quitara toneladas de peso de encima de tu corazón. Claro, que si esas personas no quieren arreglar nada contigo, pues, tú puedes descansar sabiendo que hiciste el esfuerzo.
Tal como se nos enseña en Mateo 7:12 “Así que en todo traten ustedes a los demás, tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.” El mejorar nuestras relaciones, empieza en nosotros mismos. Independientemente de cómo sea el trato de las personas hacia ti, tú recuerda este versículo y llévalo a la práctica.
Eso de que “Esto es la ley y los profetas”, significa simple y sencillamente que toda la escritura inspirada por Dios apunta hacia el cumplimiento de los dos más grandes mandamientos, los cuales, a su vez, abarcan todos los otros mandamientos y consejos de la biblia: Ama a tu Dios con todas tus fuerzas y por encima de todo, y ama a tu prójimo como a ti mismo.
En estos días, para muchos esto es difícil de entender. Pero para el que lo entienda y lo practique, será una gran bendición el ver los maravillosos milagros que Dios hace cuando nos disponemos a poner por encima de nuestras propias emociones, el bienestar de los demás, y procurar tener una relación pacífica con la mayoría de ellos.
Aquí hay diez maneras simples que cualquier persona puede usar para mejorar sus relaciones.
Si eres capaz de aplicar estos consejos a tus relaciones actuales, entonces será más fácil para ti; desarrollar nuevas relaciones en el futuro y podrás entender a las personas cuando te muestren rechazo o sean negativos hacia ti de alguna manera.