En el mundo en el que vivimos hoy en día, hay innumerables cosas de las que preocuparse. De hecho, es casi imposible no preocuparse, ya que cada día vemos y escuchamos peores noticias.
Es normal sentirse ansioso de vez en cuando, pero si esa ansiedad empieza a controlar tu vida o te impide disfrutar de cualquier tipo de paz, es hora de tomar medidas. La Biblia está llena de sabiduría para vivir una vida feliz, pero también nos da consejos específicos sobre cómo manejar la ansiedad cuando esta surge en nuestro interior.
Sigue leyendo algunos versículos de la Biblia sobre cómo manejar la ansiedad y confiar en Dios cuando tienes preocupaciones...
Comprueba tu fuente de ansiedad
Puede que se sorprenda al descubrir que se está preocupando por las cosas equivocadas. Algunas de las fuentes habituales de ansiedad son el estrés (financiero, laboral, de pareja, etc.), la necesidad de tener más control, el perfeccionismo, los problemas familiares, los problemas de salud y las emociones no resueltas.
Si puede determinar cuál es la causa de su ansiedad, podrá preocuparse menos y tomar las medidas adecuadas para resolverla. Si su ansiedad proviene de emociones no resueltas, puede considerar la posibilidad de acudir a un consejero para que le ayude a procesar esos sentimientos.
Recuerda el amor de Dios por ti
A veces olvidamos que Dios nos ama mucho. También olvidamos que Él tiene el control y que todo está en sus manos. La Biblia dice:
"Confíen a Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes" (1 Pedro 5:7).
Dios conoce tu situación incluso mejor que tú, y te ama sin medida. No importa por lo que estés pasando, Él tiene un propósito en ello y puede sacar algo bueno de ello. Recuerda que Él es quien siempre está ahí para ti.
Él te ama tanto, y está listo para ayudarte con todas tus preocupaciones. Él es quien mejor te escucha, y nunca te juzgará. No te dirá lo que tienes que hacer ni te dará consejos sin tu permiso. Él te consolará y te ayudará a encontrar la paz dentro de ti.
Quédate tranquilo y sabe que Él es Dios
En la Biblia se nos dice que debemos "estad quietos y saber que Él es Dios" (Salmo 46:10).
Esto no significa que debamos quedarnos quietos físicamente cuando estemos ansiosos, aunque eso puede ser útil a veces. En este versículo, "estad quietos" significa calmar o detener nuestros pensamientos.
Nuestros pensamientos son muy poderosos, y podemos usarlos para construir o destruir nuestras emociones. Cuando estamos ansiosos, tendemos a pensar negativamente y a menudo no nos damos cuenta.
La meditación y la oración pueden ayudarnos a detener nuestros pensamientos el tiempo suficiente para ganar perspectiva sobre nuestra situación. También podemos decir el versículo bíblico anterior en voz alta como recordatorio para detener nuestros pensamientos. Esta es una actividad útil cuando estás solo y no tienes la opción de quedarte sentado.
Recurre a las Escrituras para que te guíen y te consuelen.
A menudo recurrimos a la Biblia para que nos guíe en nuestra vida diaria, pero también encontramos consuelo en ella durante los momentos de ansiedad. La Biblia está llena de versículos que pueden ayudarnos a lidiar con la ansiedad y a confiar en Dios en los momentos más difíciles. He aquí algunos ejemplos:
- "echando toda su ansiedad [todas vuestras angustias, todas vuestras preocupaciones, todas vuestras inquietudes, de una vez por todas] sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes [se preocupa por vosotros, se compadece de vosotros, se apiada de vosotros y os mira con tierno amor y compasión]". (1 Pedro 5:7)
- "Porque he aprendido a contentarme (a estar satisfecho hasta el punto de dejar de estar preocupado o desesperado) en cualquier circunstancia en que me encuentre [ya sea próspera o muy pobre]." (Filipenses 4:11)
- "Echad vuestras preocupaciones [vuestras inquietudes, vuestras preocupaciones, vuestras angustias] sobre el Señor, y Él os sostendrá [Él os sostendrá y os evitará el fracaso]." (Salmo 55:22)
- "Por nada estéis afanosos, sino que en todo, mediante la oración y la súplica (oración definida por cosas específicas) con acción de gracias, sean conocidas vuestras peticiones a Dios [gritadas a Dios]." (Filipenses 4:6)
Conclusión
El mundo en el que vivimos está lleno de malas noticias y situaciones que inducen a la ansiedad. Es normal sentirse estresado a veces, pero es importante saber cómo manejar la ansiedad cuando surge. También es fundamental saber que hay esperanza, incluso cuando las cosas se sienten abrumadoras.
La Biblia está llena de sabiduría para vivir una vida feliz, y también nos da consejos específicos sobre cómo manejar la ansiedad. Si te sientes ansioso, no intentes superarlo. En lugar de ello, tómate unos momentos para evaluar tu situación y comprobar si hay señales de una fuente de ansiedad.
Por último, recuerda el amor de Dios por ti, quédate tranquilo y sabe que Él es Dios, y recurre a las Escrituras para que te guíen y te consuelen.