2020-12-17

No podemos vivir atormentados y decir que Dios tiene el control.

Si Dios tiene el control ¿por qué te atormentas? Te preocupas de las pequeñas cosas que pasan y te dejas abrumar, cambiando de una sonrisa a una  mirada seria y cabizbaja en cuestión de segundos… ¿Realmente estás dejando que Dios tenga el control de tu vida o solo dejas que Dios sea una pequeña parte de ella?

Cuando desenfocamos nuestra mirada del plan perfecto de Dios es cuando nos atormentamos y llenamos nuestra mente y corazón de los problemas, dando lugar a la depresión, la ansiedad y la tristeza que agobia nuestros corazones.   

La misión de Dios, aquello que debes fijar los ojos, no está puesto en  nuestros placeres. El Señor nos bendice y suple nuestras necesidades, no nuestros ‘caprichos’. Estos últimos solo son una muestra de lo vacíos que estamos si no tenemos el amor de Dios en nuestras vidas.

En Cristo podemos resistir las tribulaciones, podemos resistir a las tentaciones y disgustos con los que nos enfrentamos día a día; solo debemos creer.  

“Creer que Cristo es tu salvador y camino a la vida eterna también es creer que Él te salva y te dirige en el camino correcto todos los días”.

Pero… ¿en qué crees?

¿Crees en Jesús para tu conveniencia o para la gloria de Su nombre?



Si no comprendemos que Cristo es el Rey de nuestras vidas y que Sus objetivos son los tuyos, Es decir, Su andar es el tuyo. Las bendiciones que recibes en Él deben ser compartidas con los demás como Jesús lo hacía, y, aún más importante:  si no esperas Su venida ni deseas ser un instrumento de edificación para Su reino, proclamando la verdad del evangelio, entonces continuarás vacío. No le des una hora sentado en el banco de la iglesia, dale tu vida.

Ser salvos en Cristo es suficiente para nosotros. No debes mirar al mundo como los que no conocen a Dios. Que tu felicidad  no dependa de las modas, tendencias, estudios, un trabajo o un deporte; después de todo, estas cosas no son más importantes que servir a Dios. Goza las bendiciones que Dios te ha dado. Si tienes un buen trabajo y buenos estudios gózatelos en el Señor, glorifica Su nombre por lo bueno que es contigo. Y también, si estás pasando una necesidad,  dile a nuestro Padre celestial que te bendiga, no para que te jactes en lo que has conseguido, si no para que lo pongas a los pies de Dios y le digas: ¡Gracias, Papá!   

Ten fe en el Señor 

“Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre”, Salmos 55:22.

Si le presentas tus preocupaciones a Dios, Él te escuchará y te responderá. No desesperes.

Si corres del lado contrario nunca llegarás, te alejarás del plan de Dios para ti. Cuando Dios te dirige en Su camino, todo comienza a tener sentidos, puedes ver Su voluntad perfecta trabajando en tu vida, verás como las barreras se caen frente a ti.

Dios está contigo 

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” Isaías 41:10.

Esfuérzate, no caigas ni te asustes porque nuestro Padre no nos abandona, busca y anhela estar ante Su presencia. Él te guiará y te acompañará donde quiera que vayas. Regocíjate porque Dios te ama y cuida de ti.

Eres fuerte cuando dejas que Cristo sea el Rey de tu vida porque tu vida está en manos poderosas, las manos del Altísimo. No te atormentes si pusiste tu vida en Sus manos. ¿De qué temes, si Dios vela por ti en todo momento?     

“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” Juan 14:47.