No le hagas caso al mentiroso,
No pongas atención al chisme,
No des oído a la condenación,
No comas de las palabras de tus acusadores,
No seas confundido por tus propias emociones,
Ignora a aquellos que se sienten mejores y más justos que tú.
Pase lo que pase —venga lo que venga— Jesús te ama inmensamente. ÉL NUNCA, NUNCA, NUNCA TE SOLTARÁ... tú tampoco dejes de creerle a Él, escucha hoy su voz; y no te sueltes de SU PODEROSA MANO.
Recuérdalo, todos los días, una palabra de fortaleza para ti