Sí, lo es. Jesús nos lo dice claramente: El que me siga... dejará casa o padres, mujer o marido, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o hijas.
No es fácil seguir a Jesús y esto puede ser chocante para cualquiera que quiera caminar con Él.
En el Evangelio de Marcos 12-16 leemos una serie de parábolas de Jesús que explican sus expectativas hacia aquellos que desean seguirle. ¿Qué significa seguir a Jesús? ¿Por dónde debemos empezar? Este artículo aclararemos qué significa seguir a Jesús y qué no.
¿Qué significa seguir a Jesús?
Cuando elegimos seguir a Jesús significa cambiar la dirección de nuestra vida y caminar con Él. Debemos dejar la vieja vida y tomar una nueva. La vida en Cristo significa aceptar que las cosas viejas ya pasaron y gracias a Él son hechas nuevas (2 Corintios 5:17 ). Eres a partir de ahora una nueva criatura. Hablamos de que se trata de una vida vivida en lo sobrenatural: a través del Espíritu Santo y los dones del Espíritu.
Caminamos a la luz de Dios y a la luz de su palabra. Jesús es nuestro líder y guía. Él tiene toda la autoridad para conducirnos, guiarnos y llevarnos a toda la verdad. Tenemos que seguir a Jesús con nuestro corazón, mente y cuerpo. Seguir a Jesús significa comenzar un nuevo camino y vivir una vida amándole, obedeciéndole y dejándonos guiar por sus enseñanzas.
La vida de un creyente no es una vida fácil, sino que es una vida de luchas y dolor. La vida de un seguidor de Cristo puede ser comparada con la vida de un guerrero que está luchando en una gran batalla. Puede ser herido, puede sufrir, y puede tener que sufrir mucho. Pero en esta batalla obtiene la corona de la victoria.
Renunciando a su familia: ¿Por qué es necesario?
Jesús nos dice que quien quiera seguirle debe dejar su casa y su familia. Seguir a Jesús es una cruz pesada, que muchas personas no pueden soportar. Es necesario que la gente deje sus antiguos modos de vida, y a menudo es difícil romper con la familia y las relaciones mundanas.
Si queremos seguir a Jesús, debemos aceptar sus palabras y su cruz, y debemos dejar nuestro hogar y nuestra familia, si fuese necesario, ya que muchas veces ellos podrían querer continuar con sus viejas costumbres. Si queremos seguir a Jesús completa y fielmente, tenemos que dejar nuestra familia y las relaciones mundanas. De lo contrario, las personas que nos rodean pueden impedirnos caminar en el camino de Jesús.
Así es, puede ser nuestra familia, parientes, amigos, o incluso colegas cercanos. Puede que no seamos capaces de romper con ellos, y no podamos seguir a Jesús completa y fielmente.
Conclusión
El caminar con Cristo no es un camino fácil. Es un camino que lleva a la cruz, donde tenemos que morir al viejo yo y aceptar la autoridad de Jesús en nuestra vida. Es un camino de lucha, dolor y sufrimiento. Pero también es un camino de luz, alegría y victoria.
Si has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador, si te has arrepentido, si lo has recibido y has comenzado a caminar con Jesús, Él te guiará. Él te dará fuerza para recorrer el camino y te dará luz para ver el sendero.