“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. Juan 1:12
Llamamos a Dios Padre por el mero hecho de que, ciertamente es nuestro Padre, no solo somos parte de Su creación. Al reconocer a Cristo como nuestro Señor y salvador, fuimos aceptados en el amado y galardonados de Su gracia, abriéndonos el paso para ser coherederos de Su reino.
Este maravilloso regalo no fue dado para jactarnos en nosotros mismos, pues, esto es para alabanza de Su gloriosa gracia en Jesucristo. (Efesios 1:5)
Nadie puede ser llamado hijo de Dios si de verdad no ha conocido a Jesús: “—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí”. Juan 14:6
¿Si solo los que aceptan a Cristo son hijos de Dios, de quienes son hijos los otros?
“Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos”. 1 Corintios 8:6
Para los que conocieron a Cristo solo hay un Padre, el Dios de Israel. En Sus manos está guardada la vida de Sus hijos, Él los conoce a cada uno de ellos. Pero los que no aceptan a Dios y rechazan Su bendición son simplemente vasijas de barro hechas para perdición.
¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios? Romanos 9:21
Así que aquellos que no son hijos de Dios son vasijas ordinarias. Personas que prefieren vivir en el pecado, y no desean ser sanados, quieren vivir para los placeres de la carne y perderse en ellos. Esas vasijas son hijas del diablo, cuyos deseos quieren cumplir. (Juan 8:44)
No somos quienes para juzgar, no sabemos quienes serán salvos y quienes no. Por eso, debemos predicar el Evangelio a todos y llamar a todas las naciones a ser hijas de Dios. Por medio de Su gracia, tengan fe para que puedan entrar en la presencia de su Señor y recibir este regalo inmerecido.
Pero claro está:
“Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que reconoce al Hijo tiene también al Padre”. 1 Juan 2:23
Todavía hay hijos de Dios que aún no le conocen
El día del juicio vendrá cuando todos los hijos de Dios sean alcanzados por Cristo. Así que, todavía hay hijos que no conocen a su Padre. Naciones y etnias las cuales no han podido conocer de Jesús todavía esperan el llamado.
“La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios”. Romanos 8:19
¿Dios creó la tierra para Sus hijos? Sí, lo hizo. Él creó todo y lo puso en las manos del hombre, pero no lo hizo con el fin de que hagamos lo que queramos y destruyamos todo. Lo hizo para glorificarse en esto.
Pero si son hijos de Dios vivan en el Espíritu de Su Padre, alejados del pecado y lo impuro.
“Conságrense a mí, y sean santos, porque yo soy el Señor su Dios”. Levítico 20:7