Cuando decimos que perdonamos, queremos decir que tenemos que dejar atrás el pasado y seguir adelante. No queremos decir que tenemos que dejar ir toda nuestra ira y dolor, pero no importa el porqué, seguimos adelante. Ya no tenemos que soportar esa pesada carga de la ira.
El perdón es algo saludable en tu vida. Cuando hablamos de perdón, a menudo pensamos en perdonar a otras personas. Pero ¿cómo te ayuda el perdón en la relación con tu cónyuge, tus amigos o tus hijos? ¿Qué pasa si eres tú el que tienes que perdonarte a ti mismo?
Lo cierto es que, tienes que perdonarte a ti mismo primero antes de poder perdonar a los demás. Tenemos que dejar ir toda esa carga negativa y tratar de sanar esa herida para aceptar a los demás como son. Y será mucho más fácil para ti perdonar a los demás cuando hayas dejado ir tu dolor.
¿Cómo nos perdonarnos a nosotros mismos?
Cuando tratamos de averiguar cómo podemos perdonarnos a nosotros mismos, tenemos que empezar por aceptarnos como somos. No tenemos que hacer una gran cosa del perdón, pero tenemos que aceptarnos a nosotros mismos y dejar ir todo nuestro dolor y rabia. ¿Sabes por qué? Porque Dios sabe que no somos perfectos. Él sabe que solos no podemos y, Él nos perdona cuando confesamos nuestras faltas. Un corazón contrito y humillado, Dios no lo desprecia (Salmos 51:17).
Podemos obtener el perdón aceptando nuestras limitaciones y reconociendo que tenemos un Dios que todo lo puede y todo lo perdona en Cristo Jesús. Asimismo, podemos obtener el perdón perdonando a aquellos que nos han hecho daño, así como Dios nos perdona a nosotros.
“Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. (Mateo 6:15).
¿Qué es el perdón para mí?
Para mí, el perdón significa que no tengo que dejar ir todo mi dolor para ser perdonado. Sólo tengo que dejar ir todos mis deseos, mi concupiscencia y reconocer que he fallado ante un Dios justo. Puede parecer difícil, pero es mucho más fácil perdonar a alguien que te hizo daño que perdonarse a uno mismo.
¿Cómo perdonar a alguien que me hirió profundamente?
El perdón no es un sentimiento, ni tampoco una decisión. Elegimos perdonar porque nos acercamos a Dios humillados, de rodillas, reconociendo nuestro dolor, odio o rencor. Esta es la única forma en la que podemos encontrar ayuda y consuelo gracias a la fuerza que proviene del Espíritu Santo. Recuerda que debemos amar a nuestros enemigos y bendecir a aquellos que nos maldicen.
"Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente..." (1 Pedro 2:23).
Beneficios de perdonar
Hay muchos beneficios en perdonarnos y perdonar a los demás.
- El perdón es una de las clave del verdadero éxito.
Cuando no somos capaces de perdonar, nos cuesta avanzar. Necesitamos tomarnos el tiempo para perdonar a todas las personas que nos han lastimado. Una vez que hemos aprendido a perdonar, podemos avanzar para tener éxito. - Nuestros hijos son los más beneficiados.
Cuando usted perdona, le está mostrando a sus hijos que no tienen que estar enojados o avergonzados por su comportamiento.
Cuando los niños ven que sus padres se sienten cómodos con el perdón, se les anima a hacer lo mismo. Si no encuentran un ejemplo claro de perdón en tu comportamiento, entonces es imperativo que empieces a trabajar en ello hoy. Los beneficios del perdón para los niños son numerosos, y debes hacer lo necesario para ser un mejor padre.
Es decir, un beneficio importante del perdón es que puede mostrarles a tus hijos que el perdón no consiste en castigarlos o hacerlos sentir mal. Los beneficios del perdón no se limitan a enseñar a tus hijos el autocontrol y el respeto por sí mismos y por los demás, les ayuda a comprender el significado del perdón. - Nos convertimos en personas más fuertes, fortalecemos nuestro carácter
Cuando lo hacemos, podemos perdonar a los demás porque tenemos la capacidad. No se necesita mucho esfuerzo o pensamiento para perdonar a los que nos lastiman. Una vez que aprendemos a perdonar y una vez que encontramos la fuerza para perdonar en Cristo, nos convertimos en personas más exitosas y podemos avanzar en nuestra vida, ya que no tendremos tanto peso que arrastrar.
En resumen, ¿qué es el perdón? Es una elección. Podemos elegir perdonar a todos los que nos lastiman o podemos elegir que ese peso nos hunda, nos enferme, nos ate a cosas negativas que deberíamos soltar. De hecho, no es necesario que la otra persona nos perdone para nosotros perdonar. Tú eres quien debe elegir darle esa carga a Cristo. Verás qué gran alivio sentirás.
Entonces, ¿cómo elegimos perdonar? Depende de nosotros y de cómo nos sentimos en ese momento. Afortunadamente, podemos acudir ante nuestro Creador sea como sea que nos sintamos en ese momento: contentos, enojados, frustrados, etc.
Depende de nosotros elegir si perdonamos, pues el Espíritu Santo hará sonar esa campanita que te indica que eso que sientes no es bueno, te hace daño, por lo que debes entregar esa carga a Jesucristo.
“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:30).
Esperamos que este artículo sea de gran bendición para tu vida. Deja un comentario, oraremos por ti. Dios es bueno y tiene el control.