2024-05-07

Dios es bueno. Esta es una frase que se repite mucho, pero ¿por qué? ¿Por qué creer en un dios bueno cuando el mal parece dominar el mundo?

"Ninguno hay bueno, sino solo Dios". Lucas 18:19
En I Juan 1:5 podemos leer que Dios es luz, en Él no hay tinieblas. Esto nos deja claro que Dios actúa siempre correctamente en aquello que es bueno y verdadero. Dios no se contradice a Sí mismo, su naturaleza es santa y justa. Sus intenciones y motivaciones son buenas en todo momento. No hay nada malo, oscuro desagradable o injusto en Él.
Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones". Salmo 100:5.

Hay muchas razones para creer que Dios es bueno, aunque el mal existe. A continuación, se presentan cinco de ellas.

  1. Dios es bueno porque nos ama incondicionalmente

Dios es bueno porque nos ama incondicionalmente. Esto quiere decir que Dios nos ama sin importar lo que hagamos o dejemos de hacer. Él nos ama a pesar de nuestras imperfecciones y nuestros pecados. Él nos ama aunque no seamos perfectos.

Dios nos ama de una manera que nosotros, como seres humanos, no podemos comprender. Él nos ama de una manera que supera todas nuestras expectativas. Dios nos ama de una manera que nos da esperanza en los momentos más oscuros de nuestras vidas.

  1. Dios es bueno porque nos da la vida

Dios es bueno porque nos da la vida. Nos da la vida para que podamos ser felices y tener éxito en nuestras vidas. Dios quiere que seamos felices y hagamos felices a los demás. Tenemos que dar por gracia lo que por gracia recibimos.

El regalo de la vida es invaluable. Jesús murió en la cruz para darnos vida. Esto puede resultar poco entendible para muchos incrédulos, pero es así. Él murió para que nosotros pudiéramos tener esperanza: nos dio la vida eterna.

  1. Dios es bueno porque nos ayuda a superar los momentos difíciles

Después de leer esto, tal vez pienses que Dios es cruel. Te estás preguntando: “¿Por qué Dios me ha permitido pasar por esto?”. Bueno, si Dios es bueno, entonces debemos confiar en que nos ayudará a superar todos los momentos difíciles que enfrentamos en la vida. De hecho, el apóstol Pablo dijo en Filipenses 1:21: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia".

Tal vez no entendamos por qué estamos pasando por un momento difícil en este momento, pero debemos confiar en que Dios nos ayudará a superarlo. Podemos orar para pedirle ayuda y buscar su orientación. También podemos buscar ayuda de otras personas, especialmente en alguien que comparta nuestra fe y sepa cómo la Biblia nos da ejemplos de personas que vivieron momentos muy difíciles.

No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia”. Efesios 4:32

  1. Dios es bueno porque nos da la oportunidad de servir a los demás

Dios es bueno porque nos da la oportunidad de servir a los demás. Nos dio la libertad de elegir, y al elegir pecar, también nos dio la libertad de arrepentirnos y de hacer las cosas bien. Dios nos ama, y quiere que les sirvamos a los demás.

Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los[a] perdonó en Cristo. Efesios 4:32

Muchas personas sufren lo indecible. Es más, muchos creyentes padecen enfermedades inexplicables, como por ejemplo, hermanos y hermanas que han quedado paralíticos por alguna razón. Hablamos de condiciones que, muchos se hubiesen vuelto personas amargadas, e inútiles. Pero, por increíble que parezca, estos hermanos prefieren en pensar en los demás.

Es el amor de Cristo el que nos hace menos egoístas. Tendremos muchas oportunidades para servir a los demás, a nuestros familiares, amigos, vecinos y desconocidos. Podemos ayudar al enfermo, proteger al más desvalido; a dar consejos. No necesitas conocer bien a las personas para ayudarlas. Sirvamos a los demás porque son criaturas de nuestro Padre Celestial, echas a su imagen y semejanza.

  1. Dios es bueno porque nos permite experimentar el ver su mano obrar

A veces Dios nos invita a cambiar nuestros planes por los suyos. De hecho, nos sorprendemos y nos asustamos al ver que el camino que Él ha elegido tiene más baches de lo que habíamos planeado. Es más, podría parecer que no estamos llegando a ninguna parte y cuestionamos sus planes. Es cuando nuestra fe disminuye y vacila en los días malos, y vuelve a ser optimista en los días buenos.

Debemos confiar en que Él tiene el control todo el tiempo. No solo en los momentos buenos, sino también en los momentos malos. Debemos estar quietos y dejar que nuestro Dios obre.

Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios;

Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. Salmos 46:10