El cáncer es una de las primeras causas de muerte en el mundo. 8,2 millones de personas perdieron su batalla contra el cáncer tan solo en 2012.
Entre los cánceres que causan un mayor número de víctimas anualmente son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Sin embargo, aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer se deben a cinco factores de riesgo que tienen que ver con el comportamiento y los hábitos alimenticios (índice de masa corporal elevado, falta de actividad física y consumo de tabaco y alcohol, consumo insuficiente de frutas y verduras) y, por lo tanto, pueden prevenirse.
En ocasiones nuestros genes dañados nos son traspasados a través de nuestros padres. Los genes normales pueden decirle a una célula cuando multiplicarse o cuando debe morir, pero esto no sucede con los genes dañados. Estos le dicen a las células: "no se multipliquen" o no las dejan morir cuando deberían hacerlo; por lo que estas células extras crecen formando un bulto llamado tumor. Es en esta etapa cuando viene el mayor temor, nos sale un bulto desconocido y pensamos, ¿será maligno o benigno? Si un tumor es maligno, significa que es cáncer.
Lo que reduce el porcentaje de supervivencia es que el cáncer es un tipo de enfermedad que crece principalmente en el lugar donde se originó. Esta es la razón de prevenir o descubrirlo a tiempo, ya que las células cancerígenas se propagan a través de todo el cuerpo. Estos síntomas son notables cuando el cáncer origen tiene un tamaño lo suficientemente grande para propagarse; las células cancerosas que se propagan se llaman cáncer secundario o metástasis. Algunas veces la persona no sabe que tiene cáncer hasta que aparecen los síntomas del cáncer secundario.
Son muchos los remedios caseros que podemos ver en Internet. Todos ofrecen una posible cura. Sin embargo, no hay que rendirse. Seguiremos buscando la forma de acabar con este mal que arrebata las vidas y sueños de nuestros seres queridos. Según este monje famoso, esta receta ha dado buenos resultados.
