Antes de explicarte por qué ni tú ni tus hijos comerán carne roja después de leer este artículo, te aclararé qué se considera carne roja.
Se considera carne roja a toda la carne muscular de los mamíferos, incluyendo carne de res, cerdo, ternera, cordero, caballo y cabra.
Todos sabemos que la carne es una fuente de hierro y proteínas. Sin embargo, en 2014 se reunió un comité asesor internacional en el que se recomendó que la carne roja y la carne procesada fueran consideradas de alta prioridad para su evaluación por el Programa de Monografías del CIIC. Esta recomendación está basada en estudios epidemiológicos que sugieren que el aumento en el riesgo de contraer varios tipos de cáncer podían estar asociados con un alto consumo de carne roja o de carne procesada.
No obstante, aunque estos riesgos son pequeños para la salud pública, estos podrían ser significativos dado que muchas personas en el mundo comen carne. Pese a que algunas agencias de salud ya están recomendando limitar la ingesta de carne, estas recomendaciones están dirigidas principalmente a reducir el riesgo de contraer otras enfermedades. Con esto en conocimiento, es importante para el CIIC proporcionar evidencia científica autorizada sobre los riesgos de cáncer asociado con el consumo de carne roja y de carne procesada.
Sin embargo, muchos de nosotros ya sabemos que las carnes rojas son ricas en ácido úrico, colesterol y grasas saturadas, y esto aumenta el riesgo de contraer enfermedades coronarias. Pero debemos tomar en cuenta otras consideraciones:
1- La carne roja es un alimento ácido, el cual disminuye el pH en la sangre y, por lo tanto, provoca inflamaciones, arrastrando calcio de los huesos y generando radicales libres... CONTINÚA EN LA PÁGINA SIGUIENTE
