"No me pregunto por qué el Señor no me dio brazos, sino que soy feliz por todo lo que me ha dado.", dice Simona radiante de felicidad.
Desde muy pequeña Simona aprendió a hacerlo todo con sus pies: cortar una flor, cocinar, peinarse, maquillarse, conducir, ser aceptada...
El Señor le ha dado dones asombrosos: Simona es una bailarina conocida en todo el mundo, y también es una pintora exitosa. Desde 2008, sus pinturas están en exhibición permanente en la ciudad de Londres, Ontario, Canadá.
Esta artista ama la vida y su condición no ha sido un impedimento para lograr sus metas.
Asimismo, Simona ayuda a otras personas a mejorar las actitudes hacia sí mismos y hacia la vida. Conduce "Reuniones de motivación" en grandes empresas, bancos, organizaciones, así como en las escuelas.
Una de sus grandes bendiciones ha sido su extraordinaria familia extraordinaria, la cual le enseño que el hecho de no tener brazos, no era una desgracia, más bien una oportunidad: "La diversidad es lo único que nos une a todos. Me sujeto a lo que tengo: ante todo, a creer firmemente que la vida es valiosa, y estas no solo son palabras. Con frecuencia no nos damos cuenta de lo que tenemos".
Estas razones animan a Simona a no pedir, sino a dar gracias. Le agradece a Dios todo lo que tiene a través de la danza, de la pintura, de la escritura, de su inconmensurable amor por la vida.
"No me pregunto por qué el Señor no me dio brazos, sino que soy feliz por todo lo que me ha dado.", nos recuerda Simona Atzoni.
