La vesícula biliar es un órgano pequeño que forma parte del aparato digestivo. Pero a pesar de ser pequeño, no se le puede subestimar, ya que cuando la vesícula biliar se daña es capaz de causar un gran malestar.
Por lo general, la causa más común de una vesícula inflamada son los cálculos que en ella se acumulan. Estos pueden impedir el flujo de la bilis a través del conducto cístico; y cuando esto sucede, la vesícula se inflama causando lo que se conoce como colecistitis. Esta condición causa un insoportable dolor abdominal, que no parece desaparecer.
Las personas con sistema inmunológico débil suelen padecer esta condición con más frecuencia.
Características de vesícula inflamada
El dolor es el síntoma más común. Cuando sufres un ataque a la vesícula el dolor dura por horas y aumenta a medida que pasa el tiempo. Un ataque a la vesícula podría durar hasta 12 horas.
¿Dónde se siente el dolor durante un ataque a la vesícula?
¿Existen otros síntomas de ataque a la vesícula?
Sí, la persona que tiene la vesícula inflamada puede experimentar rigidez del músculo en el área afectada. Así como también puede presentar fiebre, escalofríos, náuseas, vomito, pérdida del apetito y fatiga.
¿Cuándo debes acudir al doctor?
Afortunadamente, un ataque a la vesícula no puede ser ignorado. Es decir, el dolor es tan fuerte que es suficiente como para convencer a cualquiera de acudir inmediatamente al médico.
Si sientes molestias o dolor por más de 24 horas, acude pronto a ver a tu médico. Si el dolor aparece de repente y es severo, podrías estar experimentando una ruptura de la vesícula. Si presentas dolor acompañado de fiebre, escalofríos, náuseas o vomito, debes acudir de inmediato a tu gastroenterólogo o médico de más confianza. Él te indicará una ecografía y otros estudios para determinar si está inflamada o no la vesícula.
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