El pan blanco que comes a diario te está matando lentamente. Lee aquí el porqué

2016-08-29
Hay una frase que dice: "Quedas ligado a mí por vínculo directo. Bienvenido a la gran obra. Ya eres yo, a plena consciencia".


Frases como éstas demuestran afinidad, pasión, amor, entrega, compromiso, compañía y lucha… complementos que se viven, estando en pareja. Consecuencias de una decisión sabia, y que cambia la vida entera. Pero el estar en pareja, no solo implica ganancias parecidas a las mencionadas anteriormente. Sino que se incluye un elemento importante que muchas personas olvidad mantener: El sentido de pertenencia. El valor a nuestra propia personalidad.

Por eso, en vista de que estamos en una sociedad donde se pierden valores a diario, es necesario tener en cuenta algunos puntos claves que ayudan a mantener nuestro carácter, fortalezas y debilidades como un complemento del otro; compartidos con la otra persona, en unión mutua.

- El primer tips para no perder la personalidad al estar en pareja, es saber a ciencia cierta y estar seguros de con quién queremos estar. Elegir pareja en ocasiones es un acto ciego. Lo que hace que nos transformemos en seres que no queremos, que nunca pensamos serlo. La familia, amistades y hermanos ven desde un punto de vista externo, a esa persona que creemos ser y en quienes nos transformamos. Pero si estamos claros en que nuestra pareja, la persona con quien compartimos la vida y todo espacio posible respeta tu personalidad y siente que es parte de la suya, estamos en un punto bueno, creciente e indispensable para ser felices.

- Conservar las amistades a pesar de que se encuentra pareja, es demostrar que somos los mismos, sean cuales sean las circunstancias. Al igual que a nosotros nos gustaría respetar este sentido de pertenencia, debemos respetar el de la otra persona. Siempre y cuando, sepamos escuchar los consejos que sepamos, sean necesarios para mejorar.

- Cambiamos con las épocas, situaciones de la vida, entorno y con el pasar de las edades y el tiempo. Pero siempre hay algo que nos caracteriza. Sea seriedad o jovialidad, una esencia propia es algo que nunca pueden arrebatarnos. Por muyo amor que exista. Conservar eso, así estemos en pareja, es primordial para alcanzar el cenit de la felicidad con alguien.

- El valor de uno mismo y del otro, saber los límites de esos valores y conocer el origen de ellos, es tan importante como el amar y ser amado. Cuando se está en pareja, el valorar las buenas cosas, hace que también se nos tome un valor único. Algo así, lograr cosas como esas, es garantía de una vida plena.

- Respetar el espacio. El ahogo nos separa, pero la separación entera, también. Se puede convivir con alguien todo el tiempo pero también requerimos de nuestro espacio. Y no en todos los aspectos privados, entran los roles del otro u otra. Si sucumbimos a que nos persigan y atosiguen por el hecho de compartir todos los minutos de la vida, terminaremos transformándonos en la otra persona, adoptando cosas que no son nuestras y perdemos el norte de quienes somos y quienes fuimos alguna vez. Pueden que sean cosas extremadamente buenas las que adoptemos, y eso está bien. Pero la idea es siempre, en todo momento: ser uno mismo.

- Lo gustos compartidos son roles cuando se está en pareja. Pero hay disciplina que no se suelen desarrollar juntos, ya que requieren de soledades muy independientes. Esos momentos a solas, debemos hacerle entender a la otra persona lo importante que es conservarlo, así se conviva bajo el mismo techo o se forme una relación. Al igual, nosotros debemos dar espacios y tiempos requeridos. La idea es comprender que al respetar esto, estamos demostrando amor y compromiso.

- Uno de los aspectos más importantes de la conservación de nuestro Yo, es comprender que así, somos felices. En la actualidad, muchas personas buscan pareja para encontrarse a ellos mismos. Si ese es el caso, entonces se debe recurrir a la palabra. Qué queremos ser, lograr y obtener del otro, hasta encontrar un cauce que nos dirija por un camino propio, único de nosotros. Y así, empezar a darlo y compartirlo con la otra persona.