2024-05-07

Encontrar seguridad en Cristo no proviene simplemente de saber que Él es bueno y que puedes hallar tu seguridad en Él. La verdadera seguridad en Cristo proviene de generar confianza e intimidad con Él, lo cual se obtiene como resultado de pasar tiempo con Él, abrir tu corazón a Él diariamente, acercarte a Él y confiar.

Una relación cercana con Jesús no es igual a una relación cercana con nuestros hijos, parejas o amigos donde, a través de acciones, gestos y amor, se construye una relación fuerte. La base de nuestra relación con Cristo es la fe. Jesús es nuestro amigo, pero también es nuestro Señor y nuestro Salvador.

Cuanto más tiempo pasas con Dios, realmente lo conoces, más sientes cuán grande es Su amor por ti y sientes su presencia en todo momento. Es solo cuando el amor de Dios por ti se convierte en un enfoque más grande en tu vida que tus deberes o responsabilidades, realmente comienzas a comprender quién es tu Dios, tu roca firme. En Él encuentras seguridad.
Cuando nos acercamos a nuestro Señor y guardamos nuestra confianza en Él, tus debilidades se volverán fortalezas:

“Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día”, 2 Corintios 4:16. 
 
Recuerda quién dice Dios que eres

Lee las Escrituras y aprende a recordarte a ti mismo cuánto te ama Dios.  Ese, es un gran comienzo para superar la inseguridad. Pero la verdadera diferencia radica en llegar a un lugar donde realmente lo creas y lo tengas plantado en tu corazón.

Cuando surjan los factores desencadenantes de tu inseguridad, busca dar un salto y conocer la palabra de Dios en vez de oír lo que dicen tus miedos. Ten la seguridad que con la oración, la confesión y la meditación en las Escrituras podrás encontrar el camino seguro y comunión con Dios.

¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Salmos 139:14.

Repite este proceso con regularidad

Enfrentar nuestra inseguridad y buscar liberarnos de ella no es un evento único, ni siquiera una temporada única en tu vida. Habrá ciertos momentos en tu vida en los que Dios trabajará con más fuerza para abordar tu inseguridad y traer la sanidad que necesitas.

Las diferentes etapas de la vida pueden traer nuevos momentos de inseguridad: convertirte en padre, ver crecer a tus hijos, tratar de avanzar en tu carrera, etc.
En lugar de exigir una transformación completa de inmediato, nuestro Amado Señor nos guía suavemente paso a paso, en su tiempo perfecto.

Así que, nunca pierdas el ánimo si te encuentras enfrentando inseguridades en tu vida, busca trabajar de la mano de Dios para vencer esos miedos e inseguridades. Repite el proceso de búsqueda de la salud y la libertad cada vez que lo necesites ya que es un proceso que dura toda la vida y que vale la pena el esfuerzo.

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”, Efesios 2:10.